viernes, 13 de noviembre de 2009

DOS PAÍSES

Desde el 1 de junio de 1962 no se pudo entrar a la RDA desde Berlín Oeste. Tras largas negociaciones, un acuerdo de 1963 permitió que más de cien mil berlineses del oeste visitaran a sus parientes del lado este por fin de año.
A principio de la década de 1970, Willy Brandt y Erich Honecker emprendieron una política de aproximación entre la RDA y la RFA para relajar la frontera entre ambos lados de la ciudad. La RDA acordó simplificar los trámites necesarios para los permisos de viaje, en especial para la población "improductiva" que cobraba pensiones y permitió a los ciudadanos de la parte oeste visitas básicas a las regiones colindantes con la frontera. Como precio para relajar más las fronteras, la RDA exigió que se le considerase un estado soberano, así como la extradición de sus ciudadanos residentes en la RFA. Estas exigencias, contrarias a la constitución de la RFA, fueron rechazadas categóricamente.
La RDA denominaba al Muro, así como a las fronteras que la separaban de la RFA, "Muros de protección antifascista" que protegían a la RDA contra "la inmigración, la infiltración, el espionaje, el sabotaje, el contrabando, las ventas y la agresión de los occidentales".

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