viernes, 13 de noviembre de 2009




EL MURO DE BERLÍN

El Muro de Berlín (en alemán Berliner Mauer), denominado "Muro de Protección Antifascista" (Antifaschistischer Schutzwall) por la comunista República Democrática Alemana y a veces apodado "Muro de la vergüenza" por parte de la opinión pública occidental,[1] fue parte de las fronteras interalemanas desde el 13 de agosto de 1961 hasta el 9 de noviembre de 1989 y separó a la República Federal Alemana de la RDA hasta ese año.[2]
El muro se extendía por 45 kilómetros que dividían la ciudad de Berlín en dos y 115 kilómetros que separaban a la parte occidental de la ciudad del territorio de la RDA. Fue uno de los símbolos más conocidos de la Guerra Fría y de la separación de Alemania.[3]Muchas personas murieron en el intento de superar la dura vigilancia de los guardias fronterizos de la RDA cuando se dirigían al sector occidental. El número exacto de víctimas está sujeto a disputas y no se conoce con seguridad. La Fiscalía de Berlín considera que el saldo total es de 270 personas, incluyendo 33 que fallecieron como consecuencia de la detonación de minas. Por su parte el Centro de Estudios Históricos de Potsdam estima en 125 la cifra total de muertos en la zona del muro.[4

ANTECEDENTES

Cuando en 1949 las tres zonas occidentales se convirtieron en la República Federal Alemana (RFA), empezaron en ambos lados los trabajos de reconstrucción y protección de las fronteras. Mediante la formación de los dos estados se llevó a cabo la separación política. Entre la RDA y la RFA se desplegaron por primera vez policías y los soldados fronterizos y más tarde se construyeron barreras, principalmente por parte del bando Oriental. Berlín se encontraba oficialmente dividida en cuatro sectores desmilitarizados, independientes de ambos estados alemanes, aunque en la práctica esta consideración tenía poca importancia – Berlín Occidental se asemejaba en muchos aspectos a un estado federal de la RFA, contando, por ejemplo, con representantes en el Bundestag. Berlín Oriental fue incluso declarado Capital de la RDA.
Con la intensificación de la Guerra Fría, que tras el embargo de productos de alta tecnología COMECON contra el Bloque del Este se tornó en una guerra diplomática y la amenaza militar permanente, se reforzaron las fronteras, particularmente por parte del bando oriental. Las fronteras pasarían con el tiempo de ser una separación entre las dos partes alemanas, a ser parte de la frontera entre la Comunidad Económica Europea (antecesora de la Unión Europea) y el Consejo de Ayuda Mutua Económica (COMECON), entre la OTAN y los miembros del Pacto de Varsovia, y también entre las dos ideologías políticas y los dos bloques económico-culturales que se enfrentaban en la Guerra Fría.[5]
Desde el establecimiento de la RDA se incrementó la emigración en dirección a la RFA. Desde 1952, las fronteras interiores entre la RDA y la RFA se protegieron con vallas y vigilantes: se creó una zona de 5 Km. en la que sólo se podía entrar con un permiso especial -típicamente sólo para residentes. Cerca de la frontera había otros 500 m de zona prohibida y en la misma frontera una barrera de 10 m.-
Pese a ello, permanecía abierta la frontera entre Berlín Este y Berlín Oeste, difícilmente controlable. Entre 1949 y 1961, unos 3 millones de personas abandonaron la RDA desde Berlín Oriental.[6] Sólo en las dos primeras semanas de agosto de 1961 emigraron 47.533 personas. Además, para muchos polacos y checos, Berlín Occidental se convirtió en la puerta hacia occidente. A menudo se trataba de jóvenes bien formados, lo que constituía una amenaza a la economía de la RDA y, en última instancia, a la población de los países. Aproximadamente 50.000 trabajadores de Berlín Oriental trabajaban y vivían en Berlín Oeste, pero se aprovechaban de las condiciones financieras favorables de Berlín Este, siendo conocidos como Grenzgänger.
El 4 de agosto de 1961 fue decretado por la magistratura de Berlín Este que los Grenzgänger fueran registrados y pagaran el alquiler en marcos de la RFA. Ya antes de la construcción del muro, la Volkspolizei de Berlín Oriental controlaba las calles y los medios de transporte que llevaban a la parte oeste a los llamados refugiados de la República sospechosos y contrabandistas. Además, muchos berlineses occidentales y orientales que trabajaban en Berlín occidental compraban en el mercado negro - con una ventajosa tasa de intercambio para el Marco de Alemania del Este de aproximadamente 1:4 - los relativamente baratos alimentos básicos y los pocos bienes de consumo de lujo de Berlín Este. La economía planificada del sistema del lado oriental fue, en consecuencia, debilitada de esta forma. El muro debía servir a los gobernantes del Bloque del Este como una forma de detener la evasión de los trabajadores y campesinos socialistas mediante el aislamiento.

CONSTRUCCIÓN DEL MURO

El plan de la construcción del Muro de Berlín fue un secreto de estado de la administración de la RDA. El muro fue construido a instancias del Partido Socialista Unificado de Alemania —los trabajos se llevaron a cabo bajo la dirección y la vigilancia de la Volkspolizei y de soldados del Ejército Nacional Popular— contra las declaraciones del Presidente del Consejo de Estado Walter Ulbricht, quien, en una conferencia de prensa internacional que tuvo lugar en Berlín Oriental el 15 de junio de 1961, había contestado a una pregunta de la periodista Anna Marie Doherr:
Entiendo su pregunta como que hay hombres en Alemania del Oeste que desearían que movilizáramos a los trabajadores de la construcción de la capital de la RDA para erigir un muro. No conozco la existencia de tales motivaciones, pues los obreros de la construcción de la capital emplean todas sus fuerzas principalmente en la construcción de casas. ¡Nadie tiene la motivación de erigir un muro!.[7]
Ulbricht fue, de esa forma, el primero en emplear el concepto muro – dos meses antes de que se construyese.
De hecho, los aliados occidentales fueron informados del acordonamiento de Berlín Oeste por los miembros del plan "Medidas drásticas", pero fueron sorprendidos por el calendario y la amplitud de las barreras. El acceso directo a Berlín Oeste no se cortó, ni fue interrumpido militarmente. El Bundesnachrichtendienst (BND) (servicio secreto de la RFA) ya disponía de información similar desde mediados de julio. Tras la visita de Ulbricht a Jrushchov durante las reuniones de los países miembros del Pacto de Varsovia del 3 al 5 de agosto, el BND informó:
Las informaciones disponibles muestran que el régimen de Pankow trata de obtener el beneplácito de Moscú para poner en vigor medidas rigurosas de bloqueo. En particular el bloqueo de la frontera de Berlín con la interrupción del tráfico de metros y tranvías entre Berlín Este y Berlín Oeste. (...) Queda por dilucidar si Ulbricht será capaz de obtener un acuerdo tal con Moscú.
El 11 de agosto el Volkskammer de la RDA aprobó los resultados del Consejo de Moscú y autorizó al Consejo de Ministros a emprender las medidas correspondientes. El Consejo de Ministros de la RDA decidió el 12 de agosto emplear a las fuerzas armadas para ocupar la frontera de Berlín Oeste y construir el Muro.
El sábado 12 de agosto, el BND recibió la siguiente información: "El 11 de agosto de 1961 ha tenido lugar una conferencia entre el Secretario del Partido Comunista y otros altos funcionaros del partido. Se declaró: (...) la situación del constante incremento del flujo de refugiados hace necesario el acordonamiento de los sectores oeste de Berlín y del SBZ en los próximos días – no se especificó un día exacto –. Y no dentro de dos semanas, como estaba planeado."
En la noche del 12 al 13 de agosto de 1961, sin previo aviso se construyó el muro entero, simplemente quedo sin construir el 13 de agosto una pequeña parte fuertemente vigilada por la policía socialista. Empezaron a sellar los accesos a Berlín Oeste soldados del Ejército Nacional Popular, 5.000 miembros de la policía fronteriza Alemana (precursora de las Grenztruppen o tropas fronterizas), 5.000 miembros de la Volkspolizei y 4.500 miembros de las brigadas. Tropas soviéticas se apostaron listas para el posible combate en la frontera aliada. Todos los medios de transporte que aún comunicaban ambos Berlines fueron detenidos. Sin embargo, las líneas S-Bahn y U-Bahn de Berlín Occidental que circulaban bajo Berlín Este siguieron funcionando sin detenerse en las estaciones orientales, que quedaron como estaciones fantasmas. Sólo las líneas afectadas de la estación Friedrichstraße permanecieron en servicio, aunque bajo estrictos controles.
Erich Honecker, como ex-secretario del Comité central, fue responsable de la planificación y realización del Muro en nombre de la dirección del SED. Hasta septiembre de 1961 desertaron 85 hombres de las fuerzas de vigilancia, además de 400 civiles en 216 escapadas. Es significativa la famosa fotografía del joven policía de fronteras Conrad Schumann saltando sobre las alambradas de la Bernauer Straße.[8]
El gobierno de la RDA alegó que era un «muro de protección antifascista» cuyo objetivo era evitar las agresiones occidentales, argumentando que la construcción del muro era consecuencia obligada de la política de Alemania Federal y sus socios de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN). Adicionalmente, se decía desde la Alemania Oriental que ningún muro hubiera sido necesario si Berlín Occidental no fuera una «espina en el costado de la RDA», como lo había definido su alcalde Willy Brandt, en el sentido de que era un exclave de otro Estado inserto en el corazón de Alemania Oriental. Esta visión era compartida por los demás Estados del Pacto de Varsovia, los cuales veían la rivalidad entre ambas Alemanias como un reflejo de la rivalidad entre los dos grandes pactos militares de la época. De todos modos, las autoridades de la RDA también reconocían que entre los objetivos del muro estaba evitar la emigración masiva o fuga de cerebros.
La versión de las autoridades de la RFA y la visión generalizada en el mundo capitalista u Occidente fue que esta justificación no servía más que para matizar el que era, según ellos, el único propósito: impedir que los ciudadanos de la RDA entraran en Berlín Occidental y, por lo tanto, en Alemania Federal.
Los alemanes orientales no controlaban totalmente el tráfico entre el Berlín Occidental y la Alemania Federal y, en este sentido, se argumentó que las defensas del muro estaban diseñadas para funcionar desde el interior de la Alemania Oriental; las pistolas automáticas montadas en el muro eran disparadas al intentar escalarlo desde el interior, las defensas contra vehículos estaban situadas en el lado de Alemania Oriental y el muro de cuarta generación estaba hecho de secciones de hormigón armado con la base más larga en el interior de la RDA.

REACCIÓN DE LA ALEMANIA DEL OESTE

El canciller de la RFA, Konrad Adenauer, pidió ese mismo día por la radio calma y prudencia a la población y declaró las medidas que los aliados pensaban tomar. En las primeras dos semanas tras la construcción del muro visitó Berlín Oeste, sólo el alcalde Willy Brandt protestó enérgicamente, aunque finalmente no pudo hacer nada contra el amurallamiento de Berlín Occidental y la división definitiva de la ciudad. Los länders del oeste fundaron ese mismo año en Salzgitter un centro de documentación judicial sobre las violaciones a los derechos humanos perpetradas por la RDA. El 16 de agosto de 1961 Willy Brandt convocó una manifestación que reunió a 300.000 berlineses occidentales junto al Ayuntamiento de Schöneberg.

REACCIÓN DE LOS ALIADOS

La reacción de los aliados occidentales ante la construcción del muro fue lenta: pasaron 20 horas hasta la aparición de las fuerzas militares en la frontera; 40 horas hasta que se comunicaron con el comandante soviético de Berlín; 72 horas hasta que protestaron diplomáticamente ante Moscú. Cada vez hubo más rumores de que los soviéticos habían asegurado a los aliados occidentales que no amenazarían sus derechos. La experiencia del bloqueo había mostrado a los aliados que Berlín Oeste estaría constantemente amenazada, así que la construcción del Muro fue una confirmación material del statu quo, que se cimentó, en el sentido literal de la palabra. La Unión Soviética abandonó aparentemente su petición de que Berlín Oeste estuviese "libre" de tropas aliadas, que había formulado anteriormente en el Ultimátum de Jrushchov de 1958.
Reacciones internacionales en 1961:
Una solución poco elegante, aunque mil veces preferible a la guerra. John F. Kennedy, Presidente de los Estados Unidos.
Alemania del Este detiene el flujo de refugiados y se atrinchera tras un grueso telón de acero. No se trata de nada ilegal. Harold Macmillan, Primer Ministro británico.
Tras esto, el presidente Kennedy afirmó que Berlín era un "estado libre" y envió unas brigadas de refuerzo de 1.500 hombres a Berlín Oeste. El dirigente de la RDA Walter Ulbricht determinó incluso el control por parte de las Policías Fronteriza y Popular sobre los oficiales y policías aliados, lo que produjo un fuerte rechazo, en particular por parte de los estadounidenses.[9] Finalmente, el comandante de las tropas soviéticas situadas en Berlín debió intervenir con los funcionarios de la RDA para calmar la situación.
El 27 de octubre de 1961 se produjo una confrontación directa y peligrosa entre tropas soviéticas y americanas en el Checkpoint Charlie de la Friedrichstrasse, formando diez carros de combate de cada bando junto a la línea fronteriza. Al día siguiente, ambas tropas de carros de combate fueron retiradas. Ambos bandos temían que el conflicto de Berlín acabase en una guerra atómica.

DOS PAÍSES

Desde el 1 de junio de 1962 no se pudo entrar a la RDA desde Berlín Oeste. Tras largas negociaciones, un acuerdo de 1963 permitió que más de cien mil berlineses del oeste visitaran a sus parientes del lado este por fin de año.
A principio de la década de 1970, Willy Brandt y Erich Honecker emprendieron una política de aproximación entre la RDA y la RFA para relajar la frontera entre ambos lados de la ciudad. La RDA acordó simplificar los trámites necesarios para los permisos de viaje, en especial para la población "improductiva" que cobraba pensiones y permitió a los ciudadanos de la parte oeste visitas básicas a las regiones colindantes con la frontera. Como precio para relajar más las fronteras, la RDA exigió que se le considerase un estado soberano, así como la extradición de sus ciudadanos residentes en la RFA. Estas exigencias, contrarias a la constitución de la RFA, fueron rechazadas categóricamente.
La RDA denominaba al Muro, así como a las fronteras que la separaban de la RFA, "Muros de protección antifascista" que protegían a la RDA contra "la inmigración, la infiltración, el espionaje, el sabotaje, el contrabando, las ventas y la agresión de los occidentales".

LOS AÑOS DEL MURO

El muro tenía una longitud de más de 120 km. La construcción inicial fue mejorada regularmente. El Muro de la cuarta generación, que empezó a construirse en 1975, era de hormigón armado, tenía una altura de 3,6 m y estaba formado por 45.000 secciones independientes de 1,5 m de longitud. Su coste fue de 16.155.000 marcos de la Alemania Oriental. Además, la frontera estaba protegida por una valla de tela metálica, cables de alarma, trincheras para evitar el paso de vehículos, una cerca de alambre de púas, más de 300 torres de vigilancia y treinta búnkers.
Al principio, solamente había un paso para los alemanes orientales en la Friedrichstrasse; las potencias occidentales tenían dos puntos de control: en Helmstedt, en la frontera entre Alemania Oriental y la parte principal de Alemania Federal, y Dreilinden, en la frontera sur de Berlín Oriental. A los puntos de control se les dieron nombres fonéticos: Alfa (Helmstedt), Bravo (Dreilinden) y Charlie (Friedrichstrasse).
Durante la existencia del muro se contabilizaron unas 5.000 fugas a Berlín Occidental; 192 personas murieron por disparos al intentar cruzarlo y otras 200 resultaron gravemente heridas. Intentos exitosos de fuga incluyeron la fuga de 57 personas, quienes escaparon a través de un túnel de 145 m de longitud cavado por los berlineses occidentales, en los días 3, 4 y 5 de octubre de 1964. El intento fallido más destacado fue el de Peter Fechter. Este intentó cruzar el muro junto a su compañero Helmut Kulbeik, el cual sí consiguió llegar al otro lado del mismo. Fechter fue tiroteado y se le dejó morir desangrado a la vista de los medios occidentales el 17 de agosto de 1962.

LA CAÍDA DEL MURO

El Muro de Berlín cayó en la noche del jueves, 9 de noviembre de 1989, al viernes, 10 de noviembre de 1989, 28 años más tarde de su construcción. La apertura del muro, conocida en Alemania con el nombre de die Wende (el Cambio), fue consecuencia de las exigencias de libertad de circulación en la ex-RDA y las evasiones constantes hacia las embajadas de capitales de países del Pacto de Varsovia (especialmente Praga y Varsovia) y por la frontera entre Hungría y Austria, que impuso menos restricciones desde el 23 de agosto. En septiembre, más de 13.000 alemanes orientales emigraron hacia Hungría.
Hacia el final de 1989 comenzaron manifestaciones masivas en contra del gobierno de la Alemania Oriental. El líder de la RDA, Erich Honecker, renunció el 18 de octubre de 1989, siendo reemplazado por Egon Krenz pocos días más tarde.
Tras el 6 de noviembre se hizo público el proyecto de una nueva legislación para viajar, que recibió duras críticas, y el gobierno checoslovaco protestó por vías diplomáticas por el aumento de la emigración desde la RDA a través de Checoslovaquia. El SED decidió, el 7 de noviembre, regular los viajes al exterior, facilitándolos. El 9 de noviembre se promulgó un plan que permitía obtener pases para viajes de visita. Se elaboró un modelo en el Consejo de Ministros, que se decidió ese mismo día antes de las 18:00 y que debía ser publicado y difundido en forma de circular a las 4:00 siguiente por las agencias de noticias, aunque hubo una objeción al procedimiento por parte del Ministerio de Justicia. Paralelamente, el modelo del Ministerio fue estudiado a medianoche en el Comité Central (ZK) y se modificaría ligeramente.[10]

Porción del Muro de Berlín parcialmente destruida vista desde el lado occidental, con un guardia fronterizo y la Puerta de Brandeburgo al fondo, noviembre de 1989
El miembro del Politburó del SED Günter Schabowski anunció en una conferencia de prensa, retransmitida en directo por la televisión de Alemania Oriental, que todas las restricciones habían sido retiradas y decenas de miles de personas fueron inmediatamente al muro, donde los guardas fronterizos abrieron los puntos de acceso permitiendo el paso. Schabowski acabó la conferencia de prensa a las 18.57. Se encontraban presentes sobre el podio junto a Schabowski: los miembros del Comité central del SED Helga Labs. Gerhard Beil y Manfred Banschak. Schabowski leyó un proyecto de ley del consejo de ministros que tenía delante:
"Los viajes privados al extranjero se pueden autorizar sin la presentación de un justificante — motivo de viaje o lugar de residencia. Las autorizaciones serán emitidas sin demora. Se ha difundido una circular a este respecto. Los departamentos de la Policía Popular responsables de los visados y del registro del domicilio han sido instruidos para autorizar sin retraso los permisos permanentes de viaje, sin que las condiciones actualmente en vigor deban cumplirse. Los viajes de duración permanente pueden hacerse en todo puesto fronterizo con la RFA."
Gracias a los anuncios de las radios y televisiones de la RFA y Berlín Oeste bajo el título "¡El Muro está abierto!", muchos miles de berlineses del Este se presentaron en los puestos de control y exigieron pasar al otro lado. En esos momentos, ni las tropas de control de fronteras ni los funcionarios del ministerio encargados de regularlas estaban informados. Sin una orden concreta, sino bajo la presión de la gente, el punto de control de Bornholmerstrasse se abrió a las 23.00, seguido de otros puntos de paso, tanto en Berlín como en la frontera con la RFA. Muchos telespectadores se pusieron en camino. A pesar de todo, la verdadera avalancha tuvo lugar a la mañana siguiente. Muchos durmieron toda la noche para asistir a la apertura de la frontera a la mañana siguiente, 10 de noviembre.
Los ciudadanos de la RDA fueron recibidos con entusiasmo por la población de Berlín Oeste. La mayoría de los bares cercanos al muro daban cerveza gratis y los desconocidos se abrazaban entre sí. En la euforia de esa noche, muchos berlineses occidentales escalaron el muro. Cuando se conoció la noticia de la apertura del muro, se interrumpió la sesión vespertina del Bundestag en Bonn y los diputados entonaron espontáneamente el Himno de Alemania.
El 9 de noviembre, los berlineses llevaron a cabo la destrucción del muro con todos los medios a su disposición (picos, martillos, etc.). El virtuoso del violoncello Mstislav Rostropovitch, que había tenido que exiliarse al Oeste, fue al pie del muro a animar a los que lo demolían. La fotografía de esta anécdota se volvería célebre.
Posteriormente, el 21 de julio de 1990 en la Potsdamer Platz se realizó el The Wall Live (Directo El muro), promovido por Roger Waters y con la participación de estrellas de rock como Van Morrison, Scorpions, Ute Lemper, Marianne Faithfull, The Band, Cyndi Lauper y Bryan Adams se realizó para apoyar a la fundación Memorial Fund For Disaster Relief creada para paliar los impactos de cualquier guerra o desastre natural sobre todo en Europa.
El historiador marxista británico Eric Hobsbawm, en su libro de 1994 The age of extremes: The short Twentieth century 1914-1991, dice que el siglo XX fue "corto" (frente al "largo" XIX), habiendo estado enmarcado entre el estallido de la Primera Guerra Mundial y la desintegración de la Unión Soviética, hecho éste último que ya había sido previamente anticipado de alguna manera por la caída del muro de Berlín de noviembre de 1989.

ESTRUCTURA DE LAS INSTALACIONES FRONTERIZAS

El Muro de Berlín fue completado durante la fortificación exhaustiva de las fronteras de la RFA y – en menor proporción – de otras fronteras occidentales de los países del Pacto de Varsovia, haciendo palpable el llamado Telón de acero. Como el resto de fronteras, el Muro de Berlín estaba provisto de un sistema muy completo de alambre de espino, fosos, barreras antitanque, recorridos para patrullas y torres de vigilancia. A principios de la década de 1980 se habían empleado cerca de mil perros policía. Este sistema fue extendido en las décadas siguientes. Particularmente, las casas cercanas al Muro se vaciaron después del amurallamiento. Este proceso continuó hasta el 28 de enero de 1985, día en el que se demolió la Iglesia de la Reconciliación en Bernauerstrasse. De esta forma se formó una franja alumbrada en la densa y oscura ciudad de Berlín.
Según el Ministerio de Seguridad Nacional, en la primavera de 1989 el muro estaba formado por:
41,91 km de muro de una altura de 3,60 m.
58,95 km de muro prefabricado de una altura de 3,40 m.
68,42 km de alambre de espino con una altura de 2,90 m.
161 km de calles iluminadas.
113,85 km de vallas.
186 torres de vigilancia.
31 puestos de control.
De la frontera de 156,4 km de Berlín Oeste, 43,7 km colindaban con Berlín Este y 112,7 km con Bezirk Potsdam. 64 km de del recorrido estaban en áreas edificadas, 32 km en zonas boscosas, 37,95 en descampados y 37,95 km en ríos y lagos.
Las tropas fronterizas de Alemania del Este tenían órdenes de impedir por todos los medios la evasión de cualquiera que intentara cruzar el muro, incluido el uso de armas de fuego, aun a costa de la vida de los fugitivos. En el Muro de Berlín, las órdenes de disparar se dieron numerosas veces; el número de muertes supera la media de las producidas en las fronteras de la RDA. En festividades importantes o visitas de estado, la orden de disparar a los fugitivos se interrumpía temporalmente, para evitar las críticas de la prensa occidental. En Berlín Oeste, la policía y las fuerzas militares aliadas observaban las actuaciones en la frontera oriental y se registraban las más graves.

CONSTRUCCIÓN DE LAS INSTALACIONES FRONTERIZAS

En su estado final de construcción, a finales de la década de 1989, las instalaciones fronterizas consistían en:
Un muro de hormigón de 2 a 3 m de alto.
Una alarma que detectaba el contacto con el suelo.
Una barrera de contacto de tela metálica más alta que un hombre, con un tendido de alambre de espinas y una alarma de contacto.
Hasta su apertura en el año 1989 hubo además, en algunas partes, recorridos con perros policía (pastor alemán que podían correr libremente, aunque sujetos a una guía de cuerda), barreras antivehículo y antitanque (erizo checo), cuya desmantelación costaría posteriormente miles de millones de marcos al estado.
Un camino (iluminado de noche) para el acceso a los puestos de guardia y la circulación de las columnas militares.
Torres de vigilancia (302 en 1989) equipadas con proyectores de búsqueda, que vigilaban los puestos fronterizos de día, y con un refuerzo de soldados durante la noche.
Pistas de control, siempre escarificadas, que servían para recoger las huellas de los fugitivos, y que no debían ser pisadas por los soldados.
Barreras de separación suplementarias, que superaban la altura de un hombre, y a través de las cuales se podía ver en oblicuo.
El Muro propiamente dicho, de 3,75 m de altura, con un lado en Berlín Occidental.
Algunos metros de territorio pertenecientes a la RDA.
La anchura total de las barreras fronterizas variaba entre 30 y 500 m (en Potsdamer Platz). Al contrario que en las fronteras interiores con la RFA, no se dispusieron campo de minas ni pistolas automáticas (aunque en general esto no se conocía en la RDA).
Los detalles de las instalaciones, diseñadas por las tropas fronterizas como zonas de acción, estaban bajo secreto militar y eran, por tanto, desconocidas por los ciudadanos de la RDA. Las tropas fronterizas debían guardar silencio. Como nunca sabían si se encontraban con un agente de la Stasi, siempre guardaban silencio. Cualquiera que se interesaba por las instalaciones fronterizas se arriesgaba, al menos, a ser arrestado y enviado a los puestos de policía para un control de identidad. El resultado podía ser una condena en prisión por planificación de evasión. Estaba prohibido visitar la zona inmediatamente anterior a la frontera sin una autorización especial.